miércoles, 21 de septiembre de 2011

Agarrate Catalina...estos yoruguas cantan la justa

                                                                                     Yo soy el error de la sociedad,
                                                                             soy el plan perfecto, que ha salido mal”
                                                                            Agarrate Catalina (murga uruguaya)


Uno de los temas que nos inquietan y  preocupan es, sin duda, el de la violencia, y esto es así porque con esta palabra designamos situaciones que nos atraviesan como individuos y en tanto tales, como sociedad.
A poco que investiguemos nos encontramos con definiciones como “La violencia[1] es el tipo de interacción humana que se manifiesta en aquellas conductas o situaciones que, de forma deliberada, provocan, o amenazan con hacerlo, un daño o sometimiento grave (físico o psicológico) a un individuo o una colectividad”[]
Se trata, como vemos,  de un concepto complejo pues  su significación  depende  del punto de vista desde el que lo abordemos; sin embargo su  elemento esencial  es el daño, tanto físico como psicológico que  puede manifestarse de múltiples maneras y asociado a variadas formas de destrucción: lesiones físicas, humillaciones, amenazas, rechazo, etc. Es destacable también el daño (en forma de desconfianza o miedo) sobre el que se construyen las relaciones interpersonales bajo formas como la polarización, el resentimiento, el odio, etc., que, a su vez, perjudica las redes sociales y de comunidad.
Hay que tener en cuenta que no necesariamente se trata de algo consumado y confirmado; la violencia puede manifestarse también como una amenaza sostenida y duradera. Puede además ser justa o injusta; legítima o ilegítima; encubierta o abierta; estructural o individual. Existen varios tipos de violencia, incluyendo el abuso físico, el abuso psíquico y el abuso sexual ¿?
Algunas formas de violencia son sancionadas por la ley o por la sociedad. Cada sociedad aplica diversos estándares. Por norma general, se considera violenta a  la persona irrazonable, que se niega a dialogar y se obstina en actuar pese a quien pese. Suele ser egoísta, sin ningún ejercicio de la empatía.
 Sus causas pueden variar, pero siempre, salvo  el caso de patologías,  es de origen social: las situaciones graves e insoportables en la vida del individuo, la falta de responsabilidad  de los padres, la presión del grupo al que pertenece el individuo, etc. Si consultamos a los especialistas como Osvaldo Podhajcer, genetista, investigador del Conicet: "No hay ninguna evidencia de una violencia innata que se plantee en el nivel genético”. Un genetista podría opinar que el medio nada importa pero no es así "el mejor ejemplo es el de los gemelos: con la misma carga genética, cuando se los cría por separado el medio ambiente les genera cambios en la personalidad importantes".
Silvia Polivoy, psicóloga, comparte la idea: "Más allá de todas las predisposiciones que el niño tenga, necesita un detonante: el medio ambiente. La violencia se genera desde la infancia, cuando un niño siente rabia, pero no la expresa porque es reprimido. Como un volcán va juntando presión".
 Más allá de estas pretenciosas palabras los invito a disfrutar la expresión artística que pone a la violencia en su lugar link: http://www.youtube.com/watch?v=nWmwCMpnWbQ


1.     El término en español es un cultismo; se corresponde con el sustantivo latino violentia, que deriva del adjetivo violens, -entis, que significaba «impetuoso», «furioso». En última instancia, el origen latino de la palabra es el sustantivo vis («fuerza», «poder», «potencia»); Cf. myetymology.com, «Etymology of the Latin word violentia».

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